Experimente la legendaria Ruta 66

La Ruta 66, conocida como la Mother Road y la Main Street of America, se extiende 2.448 millas a través de ocho estados y sigue siendo el road trip por excelencia en la lista de deseos de cualquier viajero. Es una carretera que no se limita a unir puntos en un mapa sino que ordena historias: diners con neón, moteles detenidos en el tiempo, estaciones de servicio que parecen vitrinas de otra era y paisajes que van cambiando como capítulos. Para quienes disfrutamos de los viajes por carretera, conducir la Ruta 66 desde Chicago hasta Los Ángeles es la manera más directa de dejar que el país te suceda, de cambiar el ritmo de mirar por el parabrisas y permitir que cada parada —un bar con madera gastada, un mural en medio del desierto, una conversación con el propietario de un pequeño museo— se convierta en parte del viaje.

Los road trips son mi forma favorita de explorar y la Ruta 66 exige planificación y atención: aunque fue oficialmente desactivada en 1985, la mayor parte de su trazado sigue siendo transitable si se prepara la ruta con cuidado. Eso significa elegir el ritmo adecuado, reservar alojamientos con carácter, priorizar paradas con sentido y aceptar las pequeñas desviaciones que hacen que la ruta cobre vida. En WeXplorer diseñamos ese plan con detalle para quienes quieren recorrer Chicago a Los Ángeles sin prisas: grupos reducidos, traslados cómodos, accesos que otros no consiguen y guías locales que convierten cada milla en una historia. La Ruta 66 no es solo un recorrido, es una experiencia que se construye al ritmo de quien viaja.

Tabla de contenidos

¿Cuál es el mejor momento para conducir por la Ruta 66?

El mejor momento para recorrer la Ruta 66 es entre mayo y octubre. En ese periodo el clima suele acompañar y la mayoría de los servicios permanecen abiertos, lo que facilita moverse y disfrutar sin sorpresas.

El verano ofrece días largos y sol, pero también calor intenso, humedad y más gente; además los alojamientos suben de precio y la sensación de calma se diluye. Por eso preferimos los extremos de la temporada, cuando el ritmo es más sosegado y cada parada puede vivirse con pausa y atención.

El invierno no es lo ideal: las temperaturas pueden bajar bruscamente, el tiempo volverse impredecible y muchas atracciones y moteles cerrar por temporada baja. En WeXplorer recomendamos especialmente finales de septiembre, una ventana en la que las carreteras suelen estar tranquilas, el clima es templado y existe la posibilidad real de disfrutar tramos casi en soledad, transformando el viaje en una experiencia más íntima y auténtica. WeXplorer no es una guía, es tu portal a la autenticidad.

Atardecer en la Ruta 66 la mejor época para recorrer este icónico viaje por carretera

¿Cuál es la mejor dirección para recorrer la Ruta 66?

Lo primero es decidir si la harás hacia el oeste, de Chicago a Los Ángeles, o hacia el este, en sentido contrario; no hay una respuesta absoluta porque ambas opciones funcionan y no te harán perder lo esencial. Conducir hacia el oeste suele recomendarse cuando el tiempo es limitado: al avanzar hacia California ganas una hora en dos días por los cambios de huso, y ese tiempo extra suele traducirse en luz para detenerse, margen para imprevistos y más calma para explorar sin prisas.

Aún así, empezar en la costa y recorrer la ruta hacia el este también tiene su lógica; sacar el tráfico de Los Ángeles del inicio del viaje permite relajarse desde temprano y disfrutar de carreteras más despejadas en las etapas siguientes. En WeXplorer adaptamos la ruta a tus prioridades: proponemos el sentido que mejor encaje con tus horarios, gestionamos las etapas para que aproveches cada hora y cuidamos los detalles para que cada milla se viva con la amplitud que merece.

Inicia tu aventura en Chicago o Los Ángeles y descubre que cada dirección en la Ruta 66 es única

Cómo Conducir por la Ruta 66?

Aunque verás muchos carteles de “Historic Route 66” a lo largo del camino, no puedes confiar únicamente en ellos para orientarte desde Chicago hasta Los Ángeles. La realidad es que no hay suficientes, y con tantas alineaciones antiguas de la carretera, a veces incluso aparecen señales en direcciones opuestas. Es fácil confundirse y, si no prestas atención, podrías acabar recorriendo millas fuera de la ruta.

Para no perderte, muchos viajeros recomiendan la aplicación de pago Route 66 Navigation, diseñada específicamente para la Madre de las Carreteras. En nuestro caso, utilizamos Google Maps. Antes de salir, marcamos con estrellas todos los lugares donde queríamos parar — más de 500 en total — y eso se convirtió en nuestra guía personalizada. El truco está en activar las opciones de “Evitar autopistas” y “Evitar peajes” para asegurarte de que el mapa te mantenga en la ruta histórica. Una vez en marcha, simplemente seleccionábamos la siguiente parada y continuábamos. No es un método infalible, pero nos funcionó de maravilla: no tomamos ni un desvío erróneo y todo ese trabajo de preparación valió la pena.

Otro consejo es comenzar cada día lo más temprano posible. Las mañanas te dan más tiempo de conducción y dejan las tardes y noches libres para descansar con calma, algo que agradecerás después de horas de carretera y visitas. También debes tener en cuenta que la mayoría de los trayectos diarios suelen alargarse más de lo previsto. Y aunque a los puristas de la Ruta 66 no les guste, no te sientas mal si necesitas tomar la interestatal en algún tramo. Si vas justo de tiempo o quieres recuperar kilómetros, puede ahorrarte horas valiosas — al fin y al cabo, este es tu viaje.

Si tu itinerario es ajustado, tampoco intentes parar en absolutamente todo. Concéntrate en lo que realmente quieras ver. Con Google Maps (o el sistema que prefieras) notarás enseguida qué zonas tienen menos puntos de interés, y esos son los mejores momentos para usar la interestatal sin perderte nada importante. Además, en algunos estados, ciertos tramos de la antigua Ruta 66 simplemente ya no existen, por lo que no queda más remedio que circular por la autopista. Tómatelo como parte de la aventura en lugar de un inconveniente.

Eso sí, conducir por la Ruta 66 no está exento de peligros ocultos. Tramos rotos o sin señalizar, obras inesperadas, animales que cruzan en plena carretera desierta y condiciones meteorológicas extremas pueden complicar tu trayecto en cualquier momento. Incluso algo tan sencillo como quedarte sin gasolina en medio del desierto o pinchar una rueda lejos de cualquier pueblo puede convertirse en un verdadero problema si no estás preparado.

Por eso, en WeXplorer hemos diseñado nuestra ruta por la 66 pensando en tu tranquilidad. Con grupos pequeños, paradas cuidadosamente planificadas, transporte fiable y una experiencia sin estrés, nos aseguramos de que nuestros viajeros disfruten de la nostalgia y la magia de la Madre de las Carreteras — sin preocuparse por los contratiempos del camino.

Con WeXplorer disfrutas la Ruta 66 con seguridad y calma sin preocuparte por los imprevistos del camin.

¿Cuánto tiempo dedicar a tu viaje por la Ruta 66?

No existe una respuesta única sobre cuánto debería durar tu aventura por la Ruta 66. Cada viajero tiene su propio ritmo, y la magia de este recorrido está en adaptarlo a lo que realmente deseas vivir. Puedes hacerlo rápido o con calma, pero lo importante es que se convierta en el viaje que tú quieres.

En WeXplorer creemos que el tiempo mínimo absoluto para recorrer la Ruta 66 son dos semanas. Hacerlo en menos tiempo significa días de conducción muy largos, poco margen para parar y una sensación de ir con prisas. Con dos semanas tendrás lo justo para saborear lo esencial sin correr demasiado. Y si puedes regalarte algunos días extra, la experiencia será aún mejor: más momentos para detenerte en pequeños pueblos, disfrutar de desvíos inesperados y sentir la verdadera esencia de la “Mother Road”.

Una buena planificación marca la diferencia. Antes de salir, revisa la ruta completa y decide qué es lo más importante para ti. Para algunos viajeros los museos son imprescindibles, pero para nosotros no fueron la prioridad. Hay tantos que pueden volverse repetitivos y consumir mucho tiempo. En cambio, preferimos enfocarnos en las atracciones de carretera más curiosas y en esos retazos auténticos de la América profunda que aparecen de improviso. Esa elección nos dio la libertad de vivir la Ruta 66 a nuestro propio ritmo, y ahí radica la verdadera esencia de este viaje.

Tampoco olvides incluir tiempo extra al inicio para llegar a Chicago o Los Ángeles, y si vienes desde el extranjero, date un respiro para superar el jet lag. Y un último consejo: calcula más horas de las que imaginas para atravesar Los Ángeles. Da igual la hora del día, el tráfico es eterno y puede arruinar el final de tu viaje si no lo tienes en cuenta. Mejor afrontarlo con calma y cerrar la ruta disfrutando del camino hasta el último kilómetro.

El río Misisipi y su delta albergan una diversa vida silvestre e importantes humedales y pantanos.

Cómo Planear Cada Día en la Ruta 66?

Una vez que hayas decidido en qué dirección conducir, dónde pasarás la noche y cuáles son las paradas imprescindibles (incluyendo posibles desvíos), llega el momento de organizar tus días. Si cuentas con tiempo limitado, este paso es fundamental para asegurarte de ver y hacer todo lo que deseas. Esbozar un itinerario diario te dará estructura y te permitirá aprovechar al máximo el viaje. Por ejemplo, como ya habíamos visitado Los Ángeles en otras ocasiones, no reservamos días extra allí. En su lugar, después de llegar a Santa Mónica, fuimos directamente al aeropuerto para volar a casa esa misma noche, lo que nos regaló un día adicional para disfrutar de más kilómetros en la Ruta 66.

La clave está en calcular cuánta distancia puedes conducir de forma cómoda y segura cada día, dejando espacio para explorar… y para lo inesperado. Parte de la magia de la Ruta 66 está en descubrir lugares que no sabías que existían. Las distancias pueden engañar: entre Tulsa y Oklahoma City no hay muchos kilómetros, pero la cantidad de paradas pintorescas puede ocupar casi toda la jornada. En cambio, hay tramos largos donde avanzarás mucho más rápido porque hay menos sitios donde detenerte. Recuerda además que los límites de velocidad en la Ruta 66 son más bajos que en la autopista, así que todo lleva un poco más de tiempo.

Investigar tus paradas con antelación también marca la diferencia. Algunos lugares son solo para una foto rápida, mientras que otros merecen varias horas si quieres apreciarlos de verdad. Comprueba siempre los horarios de apertura y fíjate en la hora del atardecer: no hay nada peor que llegar de noche… salvo que sea para admirar los icónicos letreros de neón iluminados.

Con un esquema básico en la mano, puedes ajustar tu itinerario: añadir o quitar paradas, quedarte dos noches en los sitios con más que ver, incluir una excursión extra o incluso reservar un día completo de descanso sin coche —algo que recomendamos mucho si tienes margen.

Y si tienes la suerte de disponer de todo el tiempo del mundo, no necesitas planear nada. Simplemente despierta cada mañana, arranca el motor y deja que la carretera decida el rumbo. Esa, en muchos sentidos, es la esencia del viaje por la Ruta 66.

La Ruta 66 necesita al menos dos semanas para disfrutarse sin prisas ni sacrificios.

¿Cuáles son los pueblos y atracciones imprescindibles en la Ruta 66?

A lo largo de la Ruta 66 encontrarás infinidad de pueblos, monumentos y paradas curiosas en la carretera que forman parte de su leyenda. Cada estado tiene sus propios tesoros, pero lo que realmente hace especial este viaje son los descubrimientos inesperados: ese diner escondido, un cartel vintage o un pequeño museo que aparece sin que lo busques. Esa es la verdadera magia de la “Mother Road”.

Eso sí, conviene tener en cuenta que muchos de los negocios clásicos de la Ruta 66 mantienen horarios reducidos y no siempre abren todos los días de la semana. Si hay un lugar que no quieres perderte, lo mejor es comprobar los horarios con antelación y organizar tu itinerario en torno a ellos.

La Ruta 66 necesita al menos dos semanas para disfrutarse sin prisas ni sacrificios.

Illinois

Si comienzas tu aventura por la Ruta 66 en Illinois, encontrarás una gran variedad de lugares recomendados para visitar, siempre dependiendo de tu tiempo, presupuesto e intereses personales. En Chicago, una parada en el Millennium Park es casi obligatoria antes de dejar la ciudad. Más al sur, ciudades como Joliet reciben a los viajeros con sus murales y encanto local, mientras que el Gemini Giant en Wilmington se ha convertido en una de las fotos más icónicas de la Mother Road.

Para los amantes de la naturaleza, Illinois también ofrece desvíos espectaculares como el Starved Rock State Park, famoso por sus cañones y cascadas, o el Shawnee National Forest, con colinas, bosques y cuevas que invitan a explorar. Quienes buscan historia disfrutarán de localidades como Pontiac, Lincoln y Springfield, cada una con una fuerte conexión tanto a Abraham Lincoln como al legado de la Ruta 66.

Por supuesto, no faltan las paradas extravagantes y llenas de carácter. Puedes probar un bocado en el Cozy Dog Drive In de Springfield, considerado la cuna del corn dog, o curiosear entre tesoros retro en el Pink Elephant Antique Mall. Tampoco dejes de visitar el singular Henry’s Rabbit Ranch, que rinde homenaje tanto a los conejos como a la propia Ruta 66, o hacerte una foto frente a la World’s Largest Catsup Bottle en Collinsville. Para cerrar tu paso por el estado, el histórico Old Chain of Rocks Bridge te ofrece un cruce único sobre el río Misisipi antes de continuar hacia Misuri.

Misuri

Al atravesar Misuri, la Ruta 66 te recibe con una mezcla fascinante de historia, naturaleza y paradas tan peculiares como memorables. En San Luis, el imponente Gateway Arch marca el inicio de tu recorrido por el estado, mientras que el National WWI Museum and Memorial en Kansas City es una de las visitas más completas para quienes disfrutan de la historia.

La ruta continúa con maravillas naturales como las Meramec Caverns, famosas por sus impresionantes formaciones subterráneas y su vínculo con la leyenda de Jesse James. Más adelante, el pequeño pueblo de Cuba sorprende con sus coloridos murales, y no muy lejos se alza la World’s Second Largest Rocking Chair, una parada tan divertida como fotogénica. Los amantes de la ingeniería clásica disfrutarán del Devil’s Elbow Bridge, un histórico puente con vistas encantadoras del río Big Piney.

El toque de humor lo pone la excéntrica Uranus Fudge Factory, donde los dulces y la decoración extravagante hacen reír a todo viajero. En las carreteras cercanas encontrarás curiosidades como el simpático Frog Rock en Waynesville o el encantador pueblo de Marshfield.

Más adelante, la ciudad de Springfield —considerada el lugar de nacimiento oficial de la Ruta 66— celebra su legado con museos y festivales. No te pierdas Gary’s Gay Parita, una estación de servicio restaurada con un aire nostálgico y auténtico, ni Carthage, con su precioso juzgado y ambiente histórico. Y para una experiencia única bajo las estrellas, el 66 Drive In Theatre revive la magia de los autocines clásicos antes de llegar a Joplin, donde murales y rincones artísticos ponen el broche final al tramo de Misuri.

Kansas

Aunque el tramo de la Ruta 66 que atraviesa Kansas es el más corto de todo el recorrido, apenas 13 millas, está repleto de paradas con muchísimo encanto que lo convierten en una joya imprescindible. En Galena, el famoso Cars on the Route te transporta al universo de la película Cars con sus camiones que inspiraron a los personajes de Pixar. Muy cerca, la histórica Nelson’s Old Riverton Store, en funcionamiento desde 1925, sigue ofreciendo ese aire nostálgico de las viejas tiendas de carretera.

El pintoresco Rainbow Bridge, el único puente de arco de hormigón original que queda en la Ruta 66, es un lugar perfecto para detenerse y sacar una foto icónica. En Baxter Springs, la historia vibra en cada rincón, desde su pasado minero hasta su papel durante la Guerra Civil.
Si decides explorar un poco más allá del tramo oficial, Kansas también sorprende con lugares como el Sedgwick County Zoo, uno de los zoológicos más grandes y variados del país, y las impresionantes Monument Rocks, formaciones de piedra caliza que se alzan en medio de las llanuras y regalan un paisaje único que parece de otro planeta.

Oklahoma

Oklahoma presume de tener el tramo más largo de la Ruta 66, y también uno de los más auténticos. Aquí encontrarás una mezcla vibrante de historia, cultura y esas paradas pintorescas que hacen inolvidable el viaje. Desde Commerce, con su ambiente de pueblo pequeño, hasta los rincones llenos de recuerdos en Miami, cada parada te conecta con la esencia de la Mother Road.

El estado también está lleno de iconos únicos: el colorido Ed Galloway’s Totem Pole Park, el nostálgico Hi-Way Café, la sonrisa gigante del Blue Whale of Catoosa, el imponente Golden Driller en Tulsa o el divertido Buck Atom’s Cosmic Curios que celebra la cultura kitsch de carretera. En Sapulpa y el histórico Rock Café, descubrirás el sabor clásico de la Ruta, mientras que en Arcadia, el Round Barn y Pops 66 (con su colección interminable de refrescos) se han convertido en paradas imprescindibles.

Oklahoma también ofrece lugares de gran significado histórico. El National Cowboy & Western Heritage Museum, el Oklahoma City National Memorial & Museum y el Oklahoma State Capitol son visitas que profundizan en la identidad del estado. Además, joyas como la pequeña Milk Bottle Grocery, la histórica Lucille’s Station, o la extravagante Sandhill Curiosity Shop en Erick, te regalarán anécdotas que solo pueden vivirse en este tramo de carretera.

Para cerrar el recorrido, localidades como Weatherford, Sayre y Texola evocan la nostalgia de la vieja Ruta 66, con paisajes abiertos y ese aire de frontera que acompaña hasta la línea estatal.

Texas

El tramo de la Ruta 66 en Texas puede ser corto, pero está lleno de paradas memorables. En Shamrock, destacan la Conoco Tower Station y el U-Drop Café, dos joyas del estilo art déco que capturan el espíritu retro de la ruta. Muy cerca, el Devil’s Rope Museum ofrece una curiosa mirada al alambre de púas y su impacto en el oeste, con una excelente sección dedicada a la Ruta 66.

En Groom, la inclinada Leaning Tower of Texas llama la atención desde la carretera, mientras que el VW Slug Bug Ranch, con escarabajos Volkswagen enterrados en la tierra, es una divertida versión del icónico Cadillac Ranch.

Al llegar a Amarillo, no puede faltar una parada en el famoso Big Texan Steak Ranch, hogar del desafío del filete de 72 onzas. Justo a las afueras, el Cadillac Ranch invita a los viajeros a dejar su huella con pintura en spray sobre los autos semienterrados.

Más adelante, Vega conserva el encanto clásico de los pueblos de la Ruta 66, y en Adrian, el Midpoint Café marca exactamente la mitad del recorrido entre Chicago y Los Ángeles, ideal para una foto y una pausa con sabor nostálgico.

New Mexico

La Ruta 66 atraviesa Nuevo México con una mezcla única de paisajes desérticos, cultura nativa y encanto del suroeste. Comienza en Glenrio, un pueblo fantasma en la frontera con Texas, perfecto para una parada fotográfica. Más adelante, Tucumcari destaca por sus murales coloridos y sus clásicos moteles con neones, como el famoso Blue Swallow.

En Santa Rosa, no te pierdas el Blue Hole, una piscina natural de aguas cristalinas ideal para nadar o simplemente refrescarse. Desde allí, puedes tomar el desvío hacia Santa Fe, una de las ciudades más antiguas del país, con arquitectura adobe, arte local y mucha historia.

Si tienes tiempo para explorar más allá de la ruta principal, White Sands National Park ofrece dunas blancas como la nieve, y Carlsbad Caverns impresiona con sus enormes formaciones subterráneas.

En Albuquerque, el casco antiguo (Old Town) combina historia, tiendas y cultura indígena. Lugares como Owl Rock y Dead Man’s Curve ofrecen vistas dramáticas y un aire de leyenda. Cerca de Grants, cruzarás el Continental Divide, el punto donde las aguas fluyen hacia diferentes océanos.

Finalmente, Gallup te recibe con una fuerte presencia de culturas navajo y pueblo, tiendas de arte indígena y un ambiente auténtico del viejo oeste.

Arizona

Arizona ofrece una increíble variedad de experiencias para quienes recorren la Ruta 66. Puedes comenzar explorando el surrealista Petrified Forest National Park, donde caminarás entre troncos fosilizados con millones de años de antigüedad, ideales para los amantes de la geología y la fotografía. Cerca, en Holbrook, dormir en el icónico Wigwam Motel es una experiencia retro que vale la pena, especialmente si buscas algo original y nostálgico.

No te pierdas una parada en el famoso Jack Rabbit Trading Post, donde el cartel “Here it is” se ha convertido en una de las fotos más emblemáticas de la ruta. En Winslow, tómate una foto en la esquina más famosa del suroeste, inmortalizada por la banda The Eagles. Si te interesa la ciencia y los paisajes lunares, el Meteor Crater ofrece un centro de visitantes fascinante y vistas impresionantes del cráter.

Para quienes disfrutan de lugares abandonados con historia, las ruinas de Two Guns y los restos de Twin Arrows ofrecen una atmósfera misteriosa perfecta para los fotógrafos y curiosos. En contraste, Flagstaff invita a relajarte entre bosques, cervezas artesanales y tiendas locales, y es ideal para quienes buscan un ambiente montañoso y cultural.

Si tienes tiempo, no dejes de visitar el impresionante Gran Cañón, donde puedes hacer senderismo, sobrevolarlo en helicóptero o simplemente contemplarlo desde sus miradores. O bien, explora las formaciones rocosas de Sedona, perfectas para caminatas escénicas y experiencias espirituales, o adéntrate en los pasadizos de luz y sombra del mágico Antelope Canyon, uno de los lugares más fotografiados del mundo.

Los amantes del estilo clásico de la Ruta 66 disfrutarán de Williams, con su ambiente de pueblo antiguo y trenes que parten hacia el Gran Cañón, y de Seligman, famoso por su decoración excéntrica y su papel en la revitalización de la Ruta 66. Para una experiencia auténtica y divertida, visita el Hackberry General Store, una tienda-museo llena de objetos retro, o detente a ver la enorme escultura verde conocida como Giganticus Headicus.

En Kingman, puedes aprender más sobre la historia de la ruta en sus museos locales y murales, mientras que Cool Springs ofrece un hermoso mirador con una estación de servicio restaurada en medio del desierto. Finalmente, el pintoresco pueblo de Oatman te sorprenderá con burros que caminan libremente por sus calles y tiroteos simulados al estilo del viejo oeste. Termina tu paso por Arizona en Topock, junto al río Colorado, ideal para descansar antes de cruzar a California.

California

California marca el tramo final de la Ruta 66, y lo hace con una mezcla de desierto, historia, arte insólito y un toque de nostalgia que culmina en el Océano Pacífico. Uno de los primeros puntos que puedes visitar es el histórico Old Trails Bridge, un puente ferroviario impresionante sobre el río Colorado. Luego, en Needles, puedes explorar los restos del viejo oeste y disfrutar del ambiente árido del desierto de Mojave.
Si te interesa la historia local, la Goffs Schoolhouse es un pequeño museo que revive los días escolares de principios del siglo XX, en medio del desierto. Más adelante, en el icónico Amboy, puedes visitar el Roy’s Motel & Café, uno de los letreros de neón más fotografiados de toda la Ruta 66. No muy lejos, el Bagdad Café, famoso por la película del mismo nombre, sigue siendo un lugar pintoresco para tomar algo y conocer viajeros de todo el mundo.


Barstow ofrece una buena combinación de museos, murales y lugares donde aprender más sobre la historia del ferrocarril y la Ruta 66. Pero uno de los sitios más singulares del recorrido es sin duda el Elmer’s Bottle Tree Ranch en Oro Grande, un bosque artístico hecho completamente de botellas recicladas y objetos encontrados: un lugar lleno de creatividad y energía única.
En Victorville, puedes visitar el California Route 66 Museum, que reúne una colección fascinante de objetos y fotos del camino. San Bernardino, por su parte, tiene una gran importancia histórica al ser uno de los primeros lugares donde se trazó la ruta, además de ser el lugar de origen del primer McDonald’s (hoy convertido en museo).

Otra parada obligatoria es la Cucamonga Service Station, una estación de servicio restaurada que brilla con colores vivos y detalles fieles a su época. En Pasadena, puedes disfrutar de arquitectura histórica y cruzar el famoso Colorado Street Bridge, con su diseño elegante y vistas panorámicas.
Antes de llegar al final del viaje, no olvides saludar al peculiar Chicken Boy, una estatua gigante que representa el estilo kitsch californiano con humor. Finalmente, tu aventura termina en el Santa Monica Pier, el punto simbólico (y fotogénico) donde la Ruta 66 se encuentra con el océano. Aquí, puedes pasear por el muelle, subir a la rueda de la fortuna y disfrutar del atardecer como cierre perfecto de este recorrido legendario.

Si te interesa obtener información más detallada sobre el viaje por la Ruta 66, encontrarás numerosos recursos y guías disponibles para ayudarte a planificar tu viaje y descubrir aún más tesoros ocultos Aquí.

¿Dónde comer en la Ruta 66?

Uno de los grandes atractivos de recorrer la Ruta 66 es su comida. Sin embargo, conviene tener en cuenta que fuera de las grandes ciudades las opciones pueden ser limitadas y, si tienes alguna necesidad dietética especial, puede resultar complicado encontrar algo adecuado. Incluso opciones vegetarianas simples no siempre están disponibles. Para no pasar hambre —ni enfadarte de más— lo mejor es llevar algunos snacks contigo y, si puedes, hacer una parada en un supermercado para comprar provisiones y prepararte algo en el hotel cada mañana.

Dicho esto, la Ruta 66 está llena de paradas gastronómicas míticas que hacen que el viaje sea aún más especial. Aquí tienes algunas que no deberías perderte:

  • Cozy Dog Drive In (Springfield, Illinois): Cuna del famoso corn dog.
  • Ted Drewes Frozen Custard (St. Louis, Misuri): Famoso por sus “Concretes”.
  • Old Riverton Store (Riverton, Kansas): Ideal para llevarte un sándwich para el camino.
  • Mother Road Market (Tulsa, Oklahoma): Un mercado gastronómico con muchísima variedad.
  • Rock Café (Stroud, Oklahoma): Inspiración para el personaje de Sally en Cars y con opciones vegetarianas de las mejores de la ruta.
  • The Big Texan Steak Ranch (Amarillo, Texas): Hogar del reto del filete de 72 onzas.
  • Midpoint Café (Adrian, Texas): Famoso por sus “Ugly Crust Pies”.
  • Dog House Drive In (Albuquerque, Nuevo México): Conocido por su aparición en Breaking Bad.
  • Road Kill Café (Seligman, Arizona): El nombre ya arranca una sonrisa.
  • D’z Route 66 Diner (Kingman, Arizona): Un diner vintage clásico de la Ruta 66.
  • The Donut Man (Glendora, California): Imperdible su donut de durazno si es temporada.

Recorrer la Ruta 66 no es solo conducir, también es descubrir estos lugares auténticos que han alimentado a generaciones de viajeros y que forman parte inseparable de la leyenda del camino.

Asegúrate de probar los platos regionales que son populares en los estados por los que pasas para tener un verdadero sabor de la Madre Carretera.

¿Dónde Alojarse en la Ruta 66?

No faltan opciones de moteles y hoteles a lo largo de la Ruta 66, y la elección de dónde quedarte dependerá de tu estilo de viaje y presupuesto: no hay una respuesta única. Quizá prefieras alojarte en un negocio independiente con encanto familiar o tal vez te resulte más cómodo quedarte en una cadena reconocida con más servicios.

Nosotros en WeXplorer preferimos tener cada noche planificada de antemano, nos gusta saber dónde dormiremos cada etapa. Pero comprendemos que muchos viajeros optan por esperar hasta el mismo día para decidir, ya que la ruta puede sorprenderte y llevarte a parar en un sitio inesperado. Una alternativa intermedia recomendable son los alojamientos con tarifas totalmente cancelables: te dan la serenidad de tener un plan y la libertad de cambiarlo si el destino del día te inspira quedarte más tiempo en cierto lugar.

Si viajas durante el verano o en temporada alta, conviene reservar con anticipación en moteles emblemáticos que suelen llenarse pronto. Dormir en el icónico Blue Swallow Motel en Tucumcari, al lado de su neón que parece contar historias, o en La Posada Hotel en Winslow, un magnífico edificio estilo colonial revival que fue estación de tren y hoy recupera su elegancia, puede convertir la parada en una verdadera experiencia. El Wagon Wheel Motel en Cuba o el histórico El Rancho Hotel en Gallup también son paradas por estadía destacable, igual que los peculiares Wigwam Motels en Arizona.

Pero hay otros refugios con un encanto especial que no siempre aparecen en todas las guías. En Carthage, Missouri, el Boots Court Motel, construido en 1939, fue restaurado con mimo para que cada habitación mantenga ese aroma de época que solo tiene sentido sentirlo en el momento. En Seligman, el Canyon Lodge recibe en su centro histórico a viajeros cansados con cuartos temáticos que homenajean la cultura pop y la Ruta. Y en Albuquerque, el Tewa Lodge y La Puerta Lodge conservan la arquitectura Pueblo Revival, ofreciendo confort y autenticidad.

En definitiva, el alojamiento puede ser mucho más que una cama: puede ser un escenario más del viaje, una puerta a la historia o un pequeño rincón donde relajarte con sentido y estilo. En WeXplorer elegimos cada lugar pensando en ese gesto íntimo que hace que el viaje se sienta completo.

Hay muchos hoteles históricos y retro a lo largo de los diferentes tramos de la Ruta 66.

¿Qué Empacar para Conducir por la Ruta 66?

Cuando se trata de hacer la maleta para una aventura por la Ruta 66, la mejor regla es llevar poco — de verdad no necesitas mucho. Ten en cuenta que, si vas a dormir cada noche en un hotel o motel distinto, tendrás que estar moviendo el equipaje dentro y fuera del coche todos los días, y una maleta pesada se convierte en un fastidio enseguida. En nuestro viaje de dos semanas, cada uno llevó solo una maleta de cabina con ruedas y fue la decisión perfecta.

La ropa debe ser sencilla, cómoda y práctica, ya que pasarás muchas horas en el coche. Lo mejor es llevar varias capas: un minuto estarás en el aire acondicionado helado del coche y al siguiente bajo un sol abrasador. Muchos hoteles ofrecen servicio de lavandería, así que puedes empacar menos y lavar sobre la marcha. No olvides el protector solar, y en cuanto al calzado, con unas zapatillas y unas chanclas tienes más que suficiente — los tacones se quedan en casa. Añade un sombrero, gafas de sol y, por supuesto, tus gafas graduadas o lentillas si las usas.

Más allá de la ropa y el neceser, una buena cámara es imprescindible. Harás tantas fotos que agradecerás llevar tarjetas de memoria extra y baterías de repuesto. También son esenciales los cargadores: lo mejor es llevar cables USB-A y USB-C, ya que no sabrás qué puertos tendrá tu coche de alquiler hasta recogerlo. Hoy en día la mayoría vienen con Apple CarPlay, genial para la navegación, aunque nosotros siempre llevamos un soporte para el móvil por si acaso.

Para el coche, lo básico funciona mejor. Una botella de agua reutilizable y un vaso térmico para el café o el té son indispensables. También solemos llevar una neverita plegable con acumuladores de frío para mantener bebidas y snacks frescos durante el día, además de un juego de cubiertos de viaje y un pequeño táper.

Un truco que nunca falla es preparar un pequeño neceser de “cosas útiles”: un cepillo, gomas para el pelo, bálsamo labial, crema de manos, lima de uñas, pinzas, bolígrafo, gotas para los ojos cansados, chicles o caramelos, analgésicos, pastillas para la acidez, un quitamanchas en formato bolígrafo y algunos sobres de vitaminas para cuando empiece el cansancio. Y, por supuesto, cualquier otro producto de primeros auxilios que suelas necesitar.

Además, siempre llevamos una bolsa de tela ligera para hacer compras o improvisar un picnic, y una bolsa plegable más grande por si volvemos cargados de recuerdos.

Y si se te olvida algo, no pasa nada: podrás comprarlo en el camino. Incluso puedes pedirlo por internet y que lo entreguen en alguno de los hoteles donde te alojes.

¿Cuánto cuesta recorrer la Ruta 66?

Recorrer la Ruta 66 puede ser tan barato o tan caro como quieras, pero es importante tener en cuenta que tu presupuesto dependerá de varios factores: cuántos días piensas pasar en la carretera, desde dónde viajas, el tipo de alojamiento que prefieras, el coche que decidas alquilar y, en última instancia, tu propio estilo de viaje. Cada persona tiene prioridades distintas: algunos prefieren darse el gusto de dormir en hoteles históricos e icónicos, mientras que otros se sienten igual de cómodos en moteles económicos; hay quienes disfrutan de sentarse en restaurantes cada día y quienes optan por comidas rápidas y asequibles para ahorrar tiempo y dinero.

A la hora de calcular tu presupuesto, empieza por lo esencial: vuelos, coche de alquiler y alojamiento. Luego añade los gastos diarios como combustible (especialmente si alquilas un coche más grande o deportivo), comidas y entradas a atracciones. La buena noticia es que muchos de los grandes atractivos de la Ruta 66 —los murales, los carteles de neón, las paradas curiosas en carretera y los paisajes— son completamente gratuitos. Algunos museos sí cobran entrada, aunque de forma muy asequible, y siempre vale la pena dejar unos dólares en las cajas de donativos para ayudar al mantenimiento. El estacionamiento también suele ser gratuito en casi todo el recorrido, salvo en puntos concretos como Chicago y Santa Mónica.

Un consejo muy práctico es llevar un control de lo que gastas cada día, ya sea en el móvil o en una libreta. Es muy fácil dejarse llevar: entre recuerdos, caprichos y varias comidas al día, los gastos pueden acumularse más rápido de lo que imaginas.

Ahora bien, muchos viajeros creen que organizar el viaje por su cuenta será más barato que reservarlo con una empresa especializada. Pero lo que pocas veces se tiene en cuenta es el valor añadido del conocimiento experto. Las agencias y operadores que llevan años trabajando en la Ruta 66 conocen de primera mano qué hoteles y moteles ofrecen la mejor relación calidad-precio, cuáles son los verdaderos tesoros escondidos en cada rango de presupuesto e incluso detalles tan simples pero importantes como dónde conviene repostar para no pagar de más. Además, tienen acceso a acuerdos y ofertas que el viajero común nunca vería por su cuenta.

Y ahí es donde entra WeXplorer. Con nosotros, no solo gastas prácticamente lo mismo que gastarías organizándolo todo tú, sino que recibes mucho más valor: seguridad, comodidad y la tranquilidad de no preocuparte por nada. Todo está diseñado para que disfrutes de una experiencia auténtica y sin estrés, y con el añadido de compartir el viaje con un pequeño grupo de viajeros que, quién sabe, podrían convertirse en amigos para toda la vida. En WeXplorer no solo te llevamos por la Ruta 66, te entregamos su espíritu más puro y verdadero, cuidando cada detalle para que vivas el viaje de tus sueños.

Seguro de Viaje: Tu Compañero Esencial

Una travesía por la Ruta 66 atraviesa tramos remotos y pueblos donde la asistencia no siempre está a la vuelta de la esquina, por eso un seguro de viaje completo es una red de seguridad indispensable. Recomendamos opciones que cubran emergencias médicas, evacuaciones, asistencia en carretera y la interrupción del viaje; por una fracción del coste total del viaje, te regalan la tranquilidad para disfrutar cada parada sin preocuparte por lo inesperado. Para nuestros tours solemos recomendar Chapka Travel Insurance porque combina coberturas amplias con un proceso sencillo y tarifas razonables, y siempre estamos disponibles para ayudarte a gestionarlo antes de la salida. Viajar así, con protección y con compañía experta, es la mejor forma de recorrer la Mother Road con calma y confianza. WeXplorer no es una guía, es tu portal a la autenticidad.

¿Por qué elegir este viaje con WeXplorer?

Tu próxima aventura comienza aquí

La Ruta 66 no es solo una carretera en el mapa, sino un recorrido lleno de historias vivas y rincones únicos donde cada milla guarda un pedazo de América: un diner con neón parpadeante, un cartel vintage que parece congelado en el tiempo, la sonrisa de un local que comparte leyendas de la Mother Road. Al llegar al final del trayecto —al vibrante muelle de Santa Mónica, frente al Pacífico— se siente que el viaje no termina, sino que se transforma en un recuerdo imborrable. Los paisajes, las paradas inesperadas y los encuentros sinceros que recogiste en el camino se entrelazan en una experiencia que pesa por su profundidad, no por la cantidad de lugares visitados. Es en esos pequeños detalles donde reside la magia de la Ruta 66 y donde la carretera revela su verdadero sentido: no se trata de llegar rápido, sino de llegar habiendo vivido cada instante.

En WeXplorer hemos diseñado la Ruta 66 para quienes buscan un viaje con intención y autenticidad. No ofrecemos itinerarios en serie: organizamos pequeñas partidas con atención personalizada, alojamientos cuidadosamente seleccionados y traslados cómodos que respetan el ritmo de cada viajero. Nuestros guías locales abren puertas que los grandes grupos no ven, facilitan encuentros con lugareños, coleccionistas y artistas, y convierten cada parada en una conversación con la historia y la cultura de la Mother Road. El lujo que ofrecemos es genuino, hecho de tiempo para sentir, accesos exclusivos y detalles pensados para que la experiencia sea íntima y memorable.

Si quieres recorrer la Ruta 66 sin prisas y con la compañía experta de quienes conocen cada curva y cada leyenda, te llevamos. Ajustarás el retrovisor y comprenderás que más allá del destino está la certeza de haber viajado de verdad. WeXplorer no es solo una guía, es tu portal a la autenticidad.

 

Y después de la Ruta 66…¿Vietnam?

Si este viaje te despertó la curiosidad por seguir explorando, queremos invitarte a descubrir otro destino fascinante con nosotros: Vietnam. A través de nuestra plataforma VietnamXplorer, diseñamos rutas únicas que te llevarán desde la bahía de Ha Long hasta los arrozales infinitos de Sapa, pasando por templos escondidos en Hanói y mercados flotantes en el delta del Mekong.

Con la misma filosofía de grupos reducidos, experiencias auténticas y respeto por la cultura local, VietnamXplorer es la puerta de entrada a un sudeste asiático lleno de magia y hospitalidad.

🌟 Tu historia viajera no termina aquí. Con WeXplorer Viajes y VietnamXplorer, el mundo se abre para ti.